domingo, 8 de abril de 2012

Franciscana: el delfín menos conocido y más amenazado de nuestro mar


Por el Lic. Pablo Denuncio

En aguas costeras de la provincia de Buenos Aires hay aproximadamente 31 especies de mamíferos marinos (mamíferos adaptados a la vida acuática). Tres de ellos son residentes, es decir que pueden ser encontrados durante todo el año: estos son el lobo marino de un pelo (el lobo emblema del puerto de Mar del Plata), el lobo marino de dos pelos y el delfín franciscana. Ambos lobos marinos son fácilmente observables en la naturaleza, pero el delfín franciscana es prácticamente desconocido para la sociedad.

El delfín franciscana o simplemente “la franciscana” es un delfín costero natural de la provincia de Buenos Aires que habita también aguas del norte de la Patagonia, el sur de Brasil y la costa de Uruguay. Vive muy próximo a la costa, inmediatamente detrás de la rompiente de olas, hasta no más de 30 metros de profundidad, lo que lo hace muy vulnerable a cualquier actividad humana como el tránsito marítimo, la contaminación (química y por basura) y la pesca costera. Sin embargo, pese a que está tan cerca, resulta un animal casi desconocido y muy difícil de ver en la naturaleza a excepción de los pescadores, biólogos marinos, surfistas y kayakistas que comúnmente se cruzan con ellos. 

Durante muchos años, el delfín franciscana ha sido considerado “el delfín fantasma” debido a que nadie podía verlo vivo y si se encontraba alguno, era un animal muerto y varado en la playa. Es muy difícil de ver en la naturaleza por dos razones principales: su tamaño y forma, y su comportamiento. Por un lado, es uno de los cetáceos más pequeños del mundo, cuyas tamaño máximo no superan los 170 cm y en su mayoría promedia los 140 cm, su aleta dorsal es muy pequeña y redondeada y su coloración pardo-grisácea que se camufla perfectamente en un mar turbio como el de nuestras costas. Por otro lado, nada tiene que ver con los comportamientos que comúnmente se observan en los delfines nariz de botella de oceanarios, caracterizados por ser amistosos, sociables y de grandes saltos. A diferencia de esto, la franciscana presenta comportamientos evasivos y se aleja de disturbios antrópico (provocado por el hombre), como puede ser el ruido de motores de lanchas, entre otros.  Asimismo, tampoco tiene comportamientos aéreos (saltos) y para respirar, apenas asoma su cabeza fuera del agua. 

En la actualidad, investigaciones llevadas a cabo en diferentes instituciones de Argentina (incluida la Universidad Nacional de Mar del Plata, UNMDP), Brasil y Uruguay se sabe que el delfín franciscana es el cetáceo más amenazado de la costa Atlántica de América del Sur. Estos sugieren que el principal peligro son las redes de pesca artesanal que causan más de 600 capturas incidentales al año sólo en la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, muchos otros consideran que la peor amenaza del delfín franciscana es el desconocimiento que se tiene sobre sí misma. Es por ello que la divulgación, es sin duda la primera de las acciones que deben y deberán llevarse a cabo con el objeto de hacer popular a este pequeño cetáceo. Es primordial que la sociedad conozca la fauna local, su hábitat, biología, ecología y amenazadas, porque no se puede conservar lo que no se conoce. Habiendo cumplido este objetivo, habremos dado un gran paso hacia la conservación de la franciscana.

Pablo Denuncio
Biólogo
UNMDP-CONICET
e mail: pablodenun@gmail.com


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